jueves, 2 de julio de 2015

Ya sea por la vida o por la muerte, nada permanece.

Podridos son los sentimientos
que no logran llegar a su destino.
Canciones tristes y vino,
acompañan los frustrados intentos.

No me queda más que recordarte...

Recordar la suave mejilla que tanto besé,
del cabello del cual me enmarañé,
de tu abrazo a cuatro miembros
y tu promesa de no volver.

Tu recuerdo me muerde la piel
la febril fragua de tus caderas
sudorosa caldera de herviente miel
estoico cual estatua de mármol.

Monumento al dolor sin expresión
momento de amor olvidado
movimiento divagante sin razón
mosaico de un corazón roto

ya sea por la vida o por la muerte,
nada permanece.

Un recuerdo más [de nuestro amor]
evocación del pasado [que aun duele]
memoria en sortilegio [que me hechiza a pensarte]
Olvidar, sí. Llega cuando la Muerte llega.

Ya sea por la vida o por la muerte,
nada permanece.

miércoles, 31 de julio de 2013

"El cortesano infiel le preguntó al monje cristiano:
 -- ¿Por qué se deben enterrar a los muertos?
Aquel contestó:
--Para que no contaminen con su podredumbre y enfermen al resto de la población y terminemos muertos como aquel... también porque apestan demasiado, su inmundicia es insoportable".

De la misma manera, nosotros debemos enterrar personas, cosas o situaciones de nuestro pasado, para que no nos contaminen y nuestro corazón termine muerto y lleno de inmundicia. Cerrar círculos. Clausurar capítulos; ya que hay recuerdos y personas que hieden y su hedor mata.
Cuando pienses que tu vida esta perdida y desarmada, con piezas de un rompecabezas que no caza... Seguramente es porque hacen falta piezas que complementen. Una vida no esta perdida mientras sea eso: vida.

viernes, 14 de diciembre de 2012

"Debe ser pecado tenerte tantas ganas"

Debe ser verdad, desearte tanto no es cuerdo para una persona como yo... 
al punto en confundir el sueño con la realidad; el agua con el vino, tu vientre con mi guitarra.

Debe ser verdad. Seguro debe ser cierto, 
este candente deseo que me im
pulsa a hostigarte,
a acosarte dentro de mi mente alimentado por mis memorias.

Morir por mi propia mano: suicidio. - Eso aliviará mis penas sugirió la voz de Werther (con una risita de nerviosismo, de esas que se frotan la piel)-
Esa esquizofrenia que me hace dudar de tu existencia: 
si alguna vez fuiste real en mi vida, o si yo lo fui en tu vida...

martes, 26 de junio de 2012

  • Cuando una amargura te invada, endulza tu vida con un bello recuerdo, pero recuerda, que te puede empalagar y no se vive de recuerdos.

Si las ha gustado este pedacito de corazón, este espacio de poesía pueden suscribirse en la barra que está justo abajo de la imagen que identifica a este blog, para que les llegue una notificación de una nueva publicación.

Att.
El Autor.

miércoles, 6 de junio de 2012

Tal vez.

La sedición comienza querido lector (a)
cuando se le pregunta a la persona objeto de amor y cariño sinceros:
¿estás enamorada (o) de mí?
y responde con la misma pregunta:
¿y tú de mí?
y los dos al unísono respondemos tímidamente:
Tal vez.

"Tal vez" es una palabra tan llena de secreto
tan llena de un "Sí" y tan llena de un "No"
Ella es misteriosa como la noche en que se sublevaron
los sediciosos hambrientos de libertad... amaron.

Se amaron sí y los odiaron.

Esta pasión que se funde entre las sábanas de mi amor,
que se confunde entre las sabanas del campo de batalla,
dos polos, dos balas perdidas, dos amantes
vagabundos entre tu cielo y mi tierra
entre el sí y el no...

La bendita casualidad que hizo que chocaran esos dos mundos
este choque de amor, esta revolución, este compás de suspiros profundos
causalidad de esta fragua que inventa motivos
que duerme pensando en ese personaje ...

¿Con quién sueñas?
¿Seré yo el ladrón que se roba tus noches de vela?
¿O será otro bandido que asalta esos acuosos sueños?

Dos agujas de maldito tic tac
el pesado sueño de esperar


Labios Tímidos



Besar unos tímidos labios, bajo la brisa de un invierno tímido, sentir las mejías tibias y las manos nerviosas... hacen que no quiera irme y volver a ese pedacito de Edén, a ese momento de paraíso, a reflejarme en esos ojos de incredulidad. No soy santo de devoción pero un milagro puede nacer de un tierno beso.