Todo día se ha construido para amar,
muchos no sabemos que amar o a quién amar.
Pero que hacer cuando uno ama a alguien (o al menos cree amar a ese alguien) y esa persona lo sabe, lo cree. No lo justifica. Lo aborrece. Le intimida. Le asusta. Le repugna. Casi lo odia...
Qué hacer cuando uno no lo ve, solo lo cree. Lo racionaliza. Le interesa. Le apuesta. Le custodia. Casi se entrega...
Al final siempre ganará. Qué hacer cuando te nombra. Cuando te deseé. Cuando demande tu presencia. Para satisfacer su necesidad. Poseerte. Tenerte. Poseerte... Solo dejarte ir.
Todo día se ha diseñado para tratar la manera de ser feliz. Para disfrutar. Para gozar. Para usar el raciocinio. Para determinar. Para ejercer. Protestar. Construir.