Para ti que estás ansiosa
y por tu temor al amor
por la pasión incontenible
y por tu boca rosa
que a besar
convoca y tus ojos miel.
Cuando te veo sé que descubres
los siglos que hay en mis ojos
los surcos de mis manos fuertes
tiemblan en tus caderas.
El secreto de amarte
la discreción de mirarte
la conciencia de pensarte
y el anhelo de escucharte
están golpeando salvajemente dentro de mi pecho
son caballos blancos de amor y pasión.
Para ti que piensas en mí
me declaro prisionero enamorado
de tus manos, de tu piel, de tu ser…
Para ti Espíritu Alegre
por tu miedo a mí
por tu sexo a mí,
y por que entraste hasta aquí,
y me agitas los siglos,
golpeas el muro de mi pecho
con la aldaba del amor.
Para ti, que sacudes mi vida
rejuveneces mi veteranía
para ti y solo para ti:
simplemente mi amor.