jueves, 6 de octubre de 2011

La Muerte


Sentir la acorazante punzada

en un intento por respirar.

Sentir como bombea de diástole a sístole

sentir como navega lentificante la sangre en vena.

Se siente como tragar a fuerza.

Pero la Muerte… es algo más que eso.

Sentir la pesadez del sueño,

rehuir de la adormecedora hora.

Sentir cómo te acaricia,

te pesa el cuerpo, y poco a poco se apodera de ti con avaricia.

Se siente como caer entre el fuego y sin dolor. Caliente.

Pero la muerte… es más que eso.

Sientes que te pesa la cabeza,

los parpados le acompañan

la mala saña, la mala fe

los actos antiguos. La conciencia.

Se siente como cerrar los ojos y de súbito abrirlos y,

después (de la oscuridad en ellos) la verdadera oscuridad.

Pero la muerte… va más allá.

No es luz, tampoco oscuridad;

es penumbra y tempestad

de sentimientos y emociones

es la culminación de las pasiones.

No es fuego, ni tampoco cielo

solo un infierno en el suelo

no se necesita requisitos

ni menos méritos :

La muerte ve más allá.

No es un paso ni un cambio,

es como agua estancada

de monumentos reptiles poblada

y el recuerdo de un viejo resabio.

Es un paladar jamás probado

un barco varado

un horizonte alejado

es un exceso añejado.

Pero la muerte… es más que eso.

El excedente de la muerte

es el dolor de sus congéneres

que en acústicos llantos y lamentaciones

no comprenden lo que ya es inerte.

La muerte,

es un único placer

es un miedo a la soledad

es un terrible padecer

pero hermoso sentimiento de libertad.

Es un caer al vacío infinito

viento en rostro y profundo suspiro

me encomiendo al bendito,

un cerrar de ojos… expiro.

La muerte,

es la conjugación de nuestro todo

un punto en que coincide la valentía y la cobardía

se crea un híbrido.

La muerte es una espera

que en vida nos desespera y abruma.

La muerte es un sentimiento excelso

y lejano, mas no inalcanzable,

es sublime.

La muerte es como el amor.

Románticos.