Un tumulto de palabras
que no puedieron ser...
rocas sin forma común
arrojadas a las brasas
carentes de saliva.
Quisiera encontrar el beso
adecuado para tus labios de jade.
¡Ay, me
hiere
éste clandestino
amor!
Jamás escondo lo que siento
a no ser que nos lastime,
hoy rompo esa regla por vos,
de la manera que rompes mi vida.
Me dañas, no lo dudes
pero creo merecerlo,
los humanos cometemos errores
yo uno más…
El haber intentado amarte.
Si amarte, de la manera que puedo,
a esa forma incomprensible para vos.
Te das cuenta,
es el primer poema
que termino para vos
no podía ser de otra manera.
Y a pesar del dolor
lo que siento no cambia.
Gracias por todo
por obligarme a escribir
por seguir creyendo en el amor
en ese que también tengo para vos.
Gracias por todo.
David Arias.