Inspírame, dame y cree.
Pues si te sientes identificada, será para ti.
Cuando lo clave en tu muro con los clavos afilados de sinceridad
no te cabrá ni la menor duda que sí.
-¿Tú crees?- Increpó la mujer de ojos soñadores y color miel.
Inspírame más y dame una razón para creer que se puede ser feliz
en un mundo lleno de desigualdad y miseria.
Dame un segundo para soñar que somos solos tú y yo en este mundo, los locos enamorados de la vida;
Regálame un suspiro seguido de un giño de tus ojos miel
para creer que somos afortunados de tenernos.
Dame tan solo un segundo de tu mirada para creer
que sí podemos ser felices en este lugar,
quizás reservado para otras gentes sin corazón.
Y por favor cree,
cree que esto que estoy escribiendo, es de este momento,
es por nosotros, los que llegaremos a ser sin saber a dónde llegaremos;
y que perdure muchos años…
Para que los lectores de muros tengan de que hablar por generaciones:
De esos dos locos
enamorados
de
la
vida
que vivieron sus
vidas
simplemente:
enamorados.